ME PICA Y ARDE AL ORINAR, Y ME QUEDO CON DESEO DE SEGUIR ORINANDO



La cistitis es la inflamación de la vejiga urinaria, usualmente asociada a una infección bacteriana de la orina. La cistitis tambien se conoce como infección de orina. Consiste en la infección de las vías urinarias bajas o de la vejiga. 

Puede ser aguda o crónica. . Aunque tambíen se puede producir cistitis por medicamentos, por falta de hormonas o por radioterapia en estos casos el término sólo establece la presencia de inflamación vesical sin la presencia de infección. Dado que la vejiga se continúa a través de la uretra hacia el exterior, ésta tambíen se puede presentar inflamada (uretritis) y participar en la sintomatología de la enfermedad. 

Con cierta regularidad se puede presentar cistitis como consecuencia de una infección renal asintomática
Los hombres no suelen verse afectados por las cistitis. Esto se debe a que en los hombres la uretra es más larga que en las mujeres, por lo que los agentes patógenos no lo tienen tan fácil para penetrar en la vejiga y provocar la infección de la misma.

Puesto que la mayoría de las cistitis están causadas por bacterias, por lo general, los antibióticos son el remedio más efectivo contra las infecciones de orina: con su ayuda puede curarse la infección de forma rápida y efectiva. Por otro lado, se aconseja beber suficiente líquido y abrigarse bien. 

Si el motivo de la infección de orina es un flujo de la orina obstruido (por ejemplo, cálculos vesicales o un aumento de la próstata), el tratamiento tiene que ir dirigido también a eliminar la causa de tal obstrucción.

La regla general es que quien bebe mucho, va al baño con regularidad, se abriga especialmente en los meses fríos y observa determinadas normas de higiene, está protegiendo su vejiga de los gérmenes patógenos y puede, de este modo, prevenir en gran medida una cistitis. 

También es de gran ayuda el zumo de arándanos, porque los arándanos contienen sustancias que pueden evitar que las bacterias aniden en las mucosas y provoquen una infección de orina.

La "Cistitis de la Luna de Miel": en parejas recíen casadas, dada la pasión de esos dias y la alta frecuencia sexual, la vejiga y la uretra se ven traumatizadas y pueden generar síntomas iguales al de una infección urinaria sin existir

¿Cuáles son los síntomas de la cistitis?

Dolor o sensación de ardor al orinar: disuria

Necesidad frecuente y urgente de orina: polaquiuria

Sensación de deseo de orinar al terminar de orinar: tenesmo vesical

Dolor en la región baja del abdomen

Mal olor de la orina

Presencia de sangre en la orina: cistitis hemorrágica

¿Cómo se diagnostica?

Se recoge una muestra de orina para un examen simple (resultado en horas). Para un diagnóstico definitivo se practica un cultivo de orina, Urocultivo (resultado en 3 a 7 días)

Cuando existen infecciones repetitivas o complicadas con infecciones renales (pielonefritis) se sugiere la evaluación urológica

¿Qué tratamiento se necesita?

El tratamiento se basa en el uso de antibióticos adecuados para vias urinarias. La mayor parte de los casos se manejan de manera ambulatoria y rara vez se necesita hospitalizar a la paciente.  Las medidas de ayuda son el uso de analgésicos de las vías urinarias y una gran ingesta de agua para forzar la expulsión de grandes cantidades de orina. Hay esquemas de tratamientos de 3, 7, 10 y 14 días dependiendo de cada caso particular. 

NO TE AUTOMEDIQUES

Lo que debo hacer durante el tratamiento

Tome el medicamento exactamente como se le ha prescrito.

Beba líquidos abundantes, sobre todo agua.  El alcohol debe ser evitado durante el tratamiento

Procure vaciar por completo la vejiga al orinar

Póngase en contracto con su médico si aparece fiebre o dolor en la región media de la espalda (Pielonefritis)

Puede tomar 500 mg de vitamina C para acidificar la orina

Lo que no debo hacer

No use ropa interior ni prendas ajustadas.

No retenga la orina por mucho tiempo

No interrumpa el antibiótico antes de lo pautado a pesar de que se sienta bíen al segundo o tercer día del tratamiento

Tiempo de recuperación

Los síntomas de la cistitis ceden en las primeras 24-48 horas del iniciado el tratamiento (especialmente si se han usado medicamentos analgésicos de las vías uriunarias). La recuperacion es rápida pero debes terminar el tratamiento completamente

El diagnóstico de una cistitis se produce en primer lugar tomando nota de los síntomas indicados y con un análisis de orina.

La cistitis es, al igual que la uretritis, una infección de las vías urinarias inferiores: la vejiga forma junto a la uretra el tracto urinario inferior, mientras que el uréter y los riñones forman el tracto urinario superior. 

Cuando los síntomas se limitan al tracto urinario inferior (por ejemplo, dolor al miccionar urgente, micciones frecuentes en pequeñas cantidades, necesidad de orinar o dolor en la zona abdominal inferior), se entenderá que se trata de una infección del tracto urinario inferior.

Cuando en el análisis de orina se detectan restos de sangre, olor fétido o su aspecto es purulento, se afianza la sospecha de cistitis. El médico puede verificar en este análisis para afianzar el diagnóstico:

Leucocitos en orina (piuria)
Acumulación de mucosidad
Residuos celulares descompuestos
En ocasiones, hematíes (glóbulos rojos)
En la mayoría de los casos, las bacterias en la orina (bacteriuria)
En algunos casos (por ejemplo, tuberculosis o cistitis actínica) no es muy útil la búsqueda de bacterias en la orina, pues en la fase temprana de la infección no es posible encontrarlas.

La sospecha fundada en la clínica y el análisis de orina se confirmará con el cultivo de orina (uroculivo), que permitirá confirmar con certeza el diagnóstico, averiguar qué germen es el productor de la infección y su sensibilidad a los diferentes antibióticos (antibiograma).

Además del análisis de orina, determinados valores en sangre también pueden determinar la existencia de una cistitis. Así, el número de leucocitos aumenta, por lo general. Además, puede detectarse un aumento de la velocidad de sedimentación de los glóbulos sanguíneos. Por norma general, esto indica la existencia de una infección.

Si la cistitis dura más tiempo del habitual o se produce de forma recurrente, se recomienda como segundo diagnóstico una cistoscopia, para excluir otras causas como un tumor vesical benigno o maligno. Durante la cistoscopia también es posible tomar muestras de tejido y analizarlas (biopsia).

Las cistitis también pueden ser una consecuencia de la verminosis, una enfermedad muy extendida en las regiones tropicales y subtropicales (esquistosomiasis). 

En este caso, el diagnóstico se realiza mediante la identificación del agente patógeno. No obstante, hay que tener en cuenta que los huevos de los parásitos no pueden identificarse hasta cinco o 12 semanas después de la infección de orina.

El tratamiento de una cistitis va dirigido principalmente a mitigar los síntomas, porque la mayoría de las veces una infección de orina no acarrea ninguna complicación. Los medicamentos y el resto de medidas adecuadas dependerán de la correspondiente causa.

Qué puede hacer

En caso de cistitis es imprescindible siempre acudir al médico para determinar el tratamiento adecuado, pero hay algunas cosas que puede hacer para ayudar al tratamiento:

Beber mucho líquido, incluso cuando se produzca dolor al miccionar. El aumento de líquido lava las vías urinarias y contribuye a eliminar las bacterias.
Una bolsa de agua caliente y los baños de asiento relajan y pueden mitigar las molestias de la cistitis.

La prevención de la cistitis es fácil si se tienen en cuenta unas pocas y sencillas medidas:

Beber mucho líquido. De este modo, enjuaga correctamente su vejiga y el tracto urinario, eliminando así las bacterias. Se recomiendan entre 1,5 y 2 litros diarios.
Si tiene necesidad de orinar, acuda al baño lo antes posible.

No utilice artículos de higiene personal perfumados o desinfectados.
En los meses fríos vístase con ropa que le abrigue suficientemente. Las camisetas demasiado cortas, por ejemplo, son desaconsejables en invierno.

Como la uretra de las mujeres es más corta, son más propensas a sufrir una infección de orina que los hombres. Para evitarlo deberán prestar atención a lo siguiente:

Tras la deposición, se recomienda limpiarse siempre de delante hacia atrás (es decir, desde la vagina hacia el ano). De este modo, se evita que las bacterias perjudiciales penetren en la uretra.

Orine lo antes posible tras mantener relaciones sexuales para expulsar los posibles gérmenes de su uretra.

Especialmente tras el sexo oral o anal, se recomienda utilizar preservativos si va a tener lugar un acto sexual vaginal.

Ciertos anticonceptivos no son muy recomendables para mujeres con tendencia a sufrir cistitis. No resultan muy adecuados los diafragmas y los espermicidas. Los preservativos, por el contrario, protegen mejor ante los agentes patógenos.

Para aquellas mujeres que presentan episodios crónicos de cistitis, tienen a su disposición las siguientes medidas para prevenir las recidivas:

Complemente su alimentación con arándanos y productos derivados como el zumo de arándanos, porque los arándanos contienen sustancias que pueden evitar que las bacterias aniden en las mucosas y provoquen una infección de orina.

En determinadas circunstancias, el médico puede prescribir antibióticos durante un prolongado periodo de tiempo para prevenir la aparición repetida de una cistitis. 

Por otro lado, existe la posibilidad de tomar antibióticos después de tener relaciones sexuales. Pregunte a su médico sobre las posibilidades de un tratamiento con antibióticos para prevenir las infecciones crónicas recurrentes.


La cistitis es especialmente frecuente durante la menopausia. Una de las posibles causas es la falta de estrógenos. Por ello se postula la administración de estrógenos como una posible ayuda en estos casos. 

Una cistitis tiene, casi siempre, una evolución positiva. Si se trata a tiempo, su curación tiene lugar en el plazo de unos pocos días. En un porcentaje que varía entre el 25 y el 42% de los casos, las molestias de una cistitis aguda sin complicaciones desaparecen incluso por sí solas, pero un tratamiento con antibióticos puede acelerar notablemente la velocidad de curación y eliminar al mismo tiempo los agentes patógenos, por lo que rara vez se reproduce la infección.

Complicaciones

En ocasiones una cistitis puede estar relacionada con diferentes complicaciones, pudiendo verse afectados otros órganos además de la vejiga.

Así, una cistitis puede ocasionar complicaciones cuando las bacterias causantes de la infección ascienden desde la vejiga hacia otros órganos a través de los uréteres. Si las bacterias alcanzan los riñones, pueden causar una pielitis o una pielonefritis, que se manifiestan con fiebre, escalofríos y molestias la orinar. Por otro lado, también pueden presentarse dolores de espalda en la zona de los riñones. El riesgo de que una cistitis se extienda hacia el tracto urinario superior, tiene lugar únicamente en un porcentaje del 2%, incluso con un tratamiento insuficiente. En casos extraordinariamente raros con una evolución especialmente grave, puede darse un fallo renal grave. Igualmente, una de las consecuencias de una infección de orina puede ser una septicemia.

Una cistitis sin complicaciones, que no se extiende a otros órganos, tampoco provoca graves complicaciones en el caso de episodios recurrentes. Ahora bien, cuando la cistitis se reproduce de forma continuada y afecta a toda la pared de la vejiga, con el tiempo dicho órgano puede verse dañado: los tejidos de la vejiga pueden morir por una cistitis crónica (necrosis) y calcificarse, es decir, endurecerse. Si la enfermedad progresa, la vejiga puede reducirse (contracción de la vejiga). Solo en casos muy graves será necesario eliminar la vejiga quirúrgicamente y evacuar la orina artificialmente.

La prevención de la cistitis es fácil si se tienen en cuenta unas pocas y sencillas medidas:

Beber mucho líquido. De este modo, enjuaga correctamente su vejiga y el tracto urinario, eliminando así las bacterias. Se recomiendan entre 1,5 y 2 litros diarios.
Si tiene necesidad de orinar, acuda al baño lo antes posible.
No utilice artículos de higiene personal perfumados o desinfectados.
En los meses fríos vístase con ropa que le abrigue suficientemente. Las camisetas demasiado cortas, por ejemplo, son desaconsejables en invierno.
Como la uretra de las mujeres es más corta, son más propensas a sufrir una infección de orina que los hombres. Para evitarlo deberán prestar atención a lo siguiente:

Tras la deposición, se recomienda limpiarse siempre de delante hacia atrás (es decir, desde la vagina hacia el ano). De este modo, se evita que las bacterias perjudiciales penetren en la uretra.
Orine lo antes posible tras mantener relaciones sexuales para expulsar los posibles gérmenes de su uretra.
Especialmente tras el sexo oral o anal, se recomienda utilizar preservativos si va a tener lugar un acto sexual vaginal.
Ciertos anticonceptivos no son muy recomendables para mujeres con tendencia a sufrir cistitis. No resultan muy adecuados los diafragmas y los espermicidas. Los preservativos, por el contrario, protegen mejor ante los agentes patógenos.
Para aquellas mujeres que presentan episodios crónicos de cistitis, tienen a su disposición las siguientes medidas para prevenir las recidivas:

Complemente su alimentación con arándanos y productos derivados como el zumo de arándanos, porque los arándanos contienen sustancias que pueden evitar que las bacterias aniden en las mucosas y provoquen una infección de orina.
En determinadas circunstancias, el médico puede prescribir antibióticos durante un prolongado periodo de tiempo para prevenir la aparición repetida de una cistitis. Por otro lado, existe la posibilidad de tomar antibióticos después de tener relaciones sexuales. Pregunte a su médico sobre las posibilidades de un tratamiento con antibióticos para prevenir las infecciones crónicas recurrentes.
La cistitis es especialmente frecuente durante la menopausia. Una de las posibles causas es la falta de estrógenos. Por ello se postula la administración de estrógenos como una posible ayuda en estos casos.

Consulte su medico.

LA OBESIDAD ES UN PROBLEMA MUNDIAL



 La obesidad es la enfermedad más frecuentes en los niños y adolescentes de los países industrializados. Se define como un incremento del peso corporal, a expensas del aumento del tejido adiposo.

Según su origen, la obesidad se puede clasificar en endógena y exó- gena. La endógena es la menos frecuente de estos dos tipos, pues sólo entre un 5 y un 10% de los obesos la presentan, este tipo de obesidad es debida a problemas provocados a la disfunción de alguna glándula endocrina, como la tiroides (hipotiroidismo), el síndrome de Cushing (glándulas suprarrenales), diabetes mellitus (problemas con la insulina), el síndrome de ovario poliquístico o el hipogonadismo, entre otros, esta es un tipo de obesidad causada por problemas internos, debido a ellos las personas no pueden perder peso (incluso lo aumentan) aún llevando una alimentación adecuada y realizando actividad física.

En cambio la obesidad exógena es aquella que se debe a un exceso en la alimentación o a determinados hábitos sedentarios, en otras palabras, la obesidad exógena es la más común y no es causada por ninguna enfermedad o alteración propia del organismo, si no que es provocada por los hábitos de cada persona. Este tipo constituye aproximadamente entre el 90 y 95% de todos los casos de obesidad.

Causas

La obesidad y las enfermedades crónicas no transmisibles se desarrollan por causas
multifactoriales para el individuo y fomentadas por una cultura de consumo, con
una determinante socioeconómica y por el actual enfoque al entorno de comodidad
(generador de obesidad), la cual se caracteriza para realizar todo trabajo con un mí-
nimo esfuerzo, mayor acceso de alimentos con bajo contenido de fibra, con alto
contenido en sodio, de alta densidad energética, bebidas con alto aporte calórico, un
mayor tamaño de porción de alimentos y bebidas, una vida sedentaria propiciada y
fomentada por un constante desarrollo tecnológico, además de una actividad cotidiana
hasta cierto punto rutinaria (niveles reducidos de actividad física en el hogar, escuela, trabajo, al utilizar transporte particular, y actividades recreativas que requieren bajo gasto energético (juegos elec trónicos), etc., además del fomento en el
consumo de tabaco y alcohol, lo anterior por datos obtenidos de la encuesta nacional
de ingreso y gasto de los hogares.

El índice de masa corporal (IMC) es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla que se utiliza frecuentemente para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2).

La definición de la OMS es la siguiente:

Un IMC igual o superior a 25 determina sobrepeso.
Un IMC igual o superior a 30 determina obesidad.
El IMC proporciona la medida más útil del sobrepeso y la obesidad en la población, puesto que es la misma para ambos sexos y para los adultos de todas las edades. Sin embargo, hay que considerarla a título indicativo porque es posible que no se corresponda con el mismo nivel de grosor en diferentes personas.

Datos sobre el sobrepeso y la obesidad

A continuación se presentan algunas estimaciones mundiales recientes de la OMS.

En 2014, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 600 millones eran obesos.
En general, en 2014 alrededor del 13% de la población adulta mundial (un 11% de los hombres y un 15% de las mujeres) eran obesos.
En 2014, el 39% de los adultos de 18 o más años (un 38% de los hombres y un 40% de las mujeres) tenían sobrepeso.
La prevalencia mundial de la obesidad se ha multiplicado por más de dos entre 1980 y 2014.

En 2013, más de 42 millones de niños menores de cinco años de edad tenían sobrepeso. Si bien el sobrepeso y la obesidad tiempo atrás eran considerados un problema propio de los países de ingresos altos, actualmente ambos trastornos están aumentando en los países de ingresos bajos y medianos, en particular en los entornos urbanos. En los países en desarrollo con economías emergentes (clasificados por el Banco Mundial en países de ingresos bajos y medianos) el incremento porcentual del sobrepeso y la obesidad en los niños ha sido un 30% superior al de los países desarrollados.

En el plano mundial, el sobrepeso y la obesidad están relacionados con un mayor número de defunciones que la insuficiencia ponderal. La mayoría de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad se cobran más vidas que la insuficiencia ponderal (estos países incluyen a todos los de ingresos altos y la mayoría de los de ingresos medianos).

¿Qué causa el sobrepeso y la obesidad?

La causa fundamental del sobrepeso y la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas. En el mundo, se ha producido:

un aumento en la ingesta de alimentos hipercalóricos que son ricos en grasa, sal y azúcares pero pobres en vitaminas, minerales y otros micronutrientes, y
un descenso en la actividad física como resultado de la naturaleza cada vez más sedentaria de muchas formas de trabajo, de los nuevos modos de desplazamiento y de una creciente urbanización.
A menudo los cambios en los hábitos de alimentación y actividad física son consecuencia de cambios ambientales y sociales asociados al desarrollo y de la falta de políticas de apoyo en sectores como la salud; agricultura; transporte; planeamiento urbano; medio ambiente; procesamiento, distribución y comercialización de alimentos, y educación.

¿Cuáles son las consecuencias comunes del sobrepeso y la obesidad para la salud?

Un IMC elevado es un importante factor de riesgo de enfermedades no transmisibles, como:

las enfermedades cardiovasculares (principalmente cardiopatía y accidente cerebrovascular), que en 2012 fueron la causa principal de defunción;
la diabetes;
los trastornos del aparato locomotor (en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones muy discapacitante), y
las enfermedades cardiovasculares (principalmente cardiopatía y accidente cerebrovascular), que en 2008 fueron la causa principal de defunción; la diabetes; los trastornos del aparato locomotor (en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones muy discapacitante), y algunos cánceres (del endometrio, la mama y el colon).
El riesgo de contraer estas enfermedades no transmisibles crece con el aumento del IMC.

La obesidad infantil se asocia con una mayor probabilidad de obesidad, muerte prematura y discapacidad en la edad adulta. Pero además de estos mayores riesgos futuros, los niños obesos sufren dificultad respiratoria, mayor riesgo de fracturas e hipertensión, y presentan marcadores tempranos de enfermedad cardiovascular, resistencia a la insulina y efectos psicológicos.

Afrontar una doble carga de morbilidad

Muchos países de ingresos bajos y medianos actualmente están afrontando una "doble carga" de morbilidad.

Mientras continúan lidiando con los problemas de las enfermedades infecciosas y la desnutrición, estos países están experimentando un aumento brusco en los factores de riesgo de contraer enfermedades no transmisibles como la obesidad y el sobrepeso, en particular en los entornos urbanos.
No es raro encontrar la desnutrición y la obesidad coexistiendo en un mismo país, una misma comunidad y un mismo hogar.
En los países de ingresos bajos y medianos, los niños son más propensos a recibir una nutrición prenatal, del lactante y del niño pequeño insuficiente. Al mismo tiempo, están expuestos a alimentos hipercalóricos ricos en grasa, azúcar y sal y pobres en micronutrientes, que suelen ser poco costosos. Estos hábitos alimentarios, juntamente con una escasa actividad física, tienen como resultado un crecimiento brusco de la obesidad infantil, al tiempo que los problemas de la desnutrición continúan sin resolver.

¿Cómo pueden reducirse el sobrepeso y la obesidad?

El sobrepeso y la obesidad, así como sus enfermedades no transmisibles asociadas, son en gran parte prevenibles. Para apoyar a las personas en el proceso de realizar elecciones, de modo que la opción más sencilla sea la más saludable en materia de alimentos y actividad física periódica, y en consecuencia prevenir la obesidad, son fundamentales unas comunidades y unos entornos favorables.



En el plano individual, las personas pueden:

limitar la ingesta energética procedente de la cantidad de grasa total y de azúcares;
aumentar el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos;
realizar una actividad física periódica ( 60 minutos diarios para los jóvenes y 150 minutos semanales para los adultos).
La responsabilidad individual solamente puede tener pleno efecto cuando las personas tienen acceso a un modo de vida saludable. Por consiguiente, en el plano social es importante:

dar apoyo a las personas en el cumplimiento de las recomendaciones mencionadas más arriba, mediante un compromiso político sostenido y la colaboración de las múltiples partes interesadas públicas y privadas, y
lograr que la actividad física periódica y los hábitos alimentarios más saludables sean económicamente asequibles y fácilmente accesibles para todos, en particular las personas más pobres.
La industria alimentaria puede desempeñar una función importante en la promoción de una alimentación saludable:

reduciendo el contenido de grasa, azúcar y sal de los alimentos elaborados;
asegurando que todos los consumidores puedan acceder física y económicamente a unos alimentos sanos y nutritivos;
poner en práctica una comercialización responsable, y
asegurar la disponibilidad de alimentos sanos y apoyar la práctica de una actividad física periódica en el lugar de trabajo.
La respuesta de la OMS

Adoptada por la Asamblea Mundial de la Salud en 2004, la Estrategia mundial de la OMS sobre régimen alimentario, actividad física y salud expone las medidas necesarias para apoyar una alimentación saludable y una actividad física periódica. La Estrategia exhorta a todas las partes interesadas a adoptar medidas en los planos mundial, regional y local para mejorar los regímenes de alimentación y actividad física entre la población.

La Declaración Política de la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la Prevención y el Control de las Enfermedades No Transmisibles adoptada en septiembre de 2011 reconoce la importancia crucial de reducir el nivel de exposición de las personas y las poblaciones a dietas poco sanas y al sedentarismo.

Esa Declaración manifiesta el compromiso de promover la aplicación de la Estrategia Mundial OMS sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud, incluida, según proceda, la introducción de políticas y medidas orientadas a promover dietas sanas e incrementar la actividad física en toda la población.

Dicho Plan de acción trata de partir de la labor del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco y de la Estrategia Mundial OMS sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud. El Plan de acción contribuirá a avanzar en las 9 metas mundiales relacionadas con las enfermedades no transmisibles que deben haberse cumplido en 2025, entre las que cabe mencionar una reducción relativa de un 25% en la mortalidad prematura debida a enfermedades no transmisibles y la contención de los índices mundiales de obesidad en los correspondientes a 2010.


Para informar mejor y preparar una respuesta integral a la obesidad en la niñez en particular, la Directora General de la OMS estableció una comisión de alto nivel para acabar con la obesidad infantil, integrada por 15 eminentes personalidades de diversas procedencias profesionales y geográficas. La Comisión examinará los mandatos y estrategias existentes y los ampliará para corregir sus deficiencias, fomentará la sensibilidad sobre la obesidad infantil y generará una dinámica favorable para la acción.

Las consecuencias que la obesidad y el sobrepeso pueden tener en la salud son numerosas y variadas, desde un mayor riesgo de muerte prematura a varias dolencias debilitantes y psicológicas, que no son mortales pero pueden tener un efecto negativo en la calidad de vida .

Los principales problemas de salud asociados a la obesidad y el exceso de peso son:

Diabetes de tipo 2
Enfermedades cardiovasculares e hipertensión
Enfermedades respiratorias (síndrome de apnea del sueño)
Algunos tipos de cáncer
Osteoartritis
Problemas psicológicos
Empeoramiento en la percepción de la calidad de vida

El grado de riesgo depende entre otras cosas de la cantidad relativa de exceso de peso, la localización de la grasa corporal, cuánto se ha subido de peso durante la edad adulta y la cantidad de actividad física. La mayoría de estos problemas pueden mejorarse adelgazando un poco (entre 10 y 15%), especialmente si también se aumenta la actividad física.

De todas estas graves enfermedades es la diabetes de tipo 2 (que normalmente se desarrolla en la edad adulta y está asociada al sobrepeso) o la diabetes mellitus no insulinodependiente, la que está más ligada a la obesidad y el exceso de peso. De hecho el riesgo de desarrollar una diabetes de tipo 2 aumenta con un IMC que esté bastante por debajo del límite de la obesidad (IMC de 30). La probabilidad de que las mujeres obesas desarrollen una diabetes de tipo 2 es 12 veces mayor que en mujeres con un peso saludable. El riesgo de padecer este tipo de diabetes aumenta conforme el IMC sea más alto, especialmente en las personas con antecedentes familiares de diabetes, y disminuye si se pierde peso .


Las enfermedades cardiovasculares incluyen las enfermedades coronarias, los accidentes cerebrovasculares y la enfermedad vascular periférica. Estas enfermedades son las responsables de una gran proporción de las muertes (una de cada tres) en los hombres y mujeres de los países industrializados y su incidencia está también aumentando en los países en vías de desarrollo.

La obesidad predispone al individuo a varios factores de riesgo cardiovascular, entre ellos la hipertensión y elevados niveles de colesterol en sangre. En las mujeres, la obesidad es la variable más importante en las enfermedades cardiovasculares, después de la edad y la presión sanguínea. El riesgo de sufrir un infarto es unas tres veces mayor en una mujer obesa que en una mujer delgada de la misma edad.

Las personas obesas son más propensas a tener altos niveles de triglicéridos en sangre (lípidos sanguíneos), y colesterol LDL, con lipoproteínas de baja densidad "colesterol malo") y bajos niveles de colesterol HDL con lipoproteínas de alta densidad ("colesterol bueno "). Este perfil metabólico es característico en personas obesas con una alta acumulación de grasa intraabdominal ("manzanas") y normalmente se asocia a un mayor riesgo de padecer enfermedades coronarias. Usualmente, si se pierde peso, los niveles de lípidos en sangre (grasas) mejoran. Si se pierden 10 kg, se puede producir un descenso del 15% en los niveles de colesterol LDL y un aumento de un 8% en los de colesterol HDL .

La relación entre la hipertensión (alta presión arterial) y la obesidad está bien documentada, y se calcula que la proporción de hipertensión atribuible a la obesidad es del 30-65% en las poblaciones de Occidente. De hecho, la presión arterial aumenta si se incrementa el IMC; Por cada 10 kg de aumento de peso, la presión arterial sube 2-3mm Hg. Por el contrario, si se baja de peso disminuye la presión arterial, y normalmente, por cada 1% de reducción de peso, la presión arterial disminuye 1-2mm Hg.

La prevalencia de la hipertensión en adultos con sobrepeso es tres veces mayor que en adultos sin sobrepeso, y el riesgo de hipertensión en personas con exceso de peso entre 20-44 años es casi 6 veces mayor que en los adultos con peso normal.



Aunque la relación entre la obesidad y el cáncer no esta bien definida, hay varios estudios que han descubierto que el sobrepeso está asociado a la incidencia de ciertos tipos de cáncer, y más concretamente, cánceres gastrointestinales y de origen hormonal. Se ha observado que las mujeres obesas tienen un mayor riesgo cáncer mamario, endometrial, ovárico y cervical, y hay evidencias de que en los hombres hay un riesgo más elevado de padecer cáncer de próstata y cáncer rectal. La asociación más clara es la que existe entre el cáncer de colon y la obesidad, que triplica su riesgo tanto en mujeres como en hombres.



Las enfermedades degenerativas de las articulaciones, como la rodilla, son complicaciones normales asociadas a la obesidad y el sobrepeso . Se piensa que el daño mecánico de las articulaciones se produce debido al exceso de peso que tienen que soportar. También es más común en las personas obesas el dolor lumbar, que puede ser una de las causas principales de absentismo laboral en personas obesas.



La obesidad se considera una lacra en muchos países Europeos, y se percibe como una apariencia física no deseable y un signo de los defectos de carácter que se supone que indica. Incluso los niños de seis años perciben a otros niños obesos como "vagos, sucios, estúpidos, feos, mentirosos y tramposos" .

Las personas obesas tienen que enfrentarse a la discriminación. Según los estudios realizados en el Reino Unido y en Estados Unidos, las jóvenes con exceso de peso ganan mucho menos que las mujeres sanas, sin sobrepeso o que otras mujeres con problemas crónicos de salud .

También es más frecuente que las personas obesas coman compulsivamente, y que tengan una largo historial de desórdenes alimentarios que se caracterizan por los atracones y las variaciones de peso . Cambios en la Dieta

Reducir el consumo calórico diario y el comer saludablemente son vitales para combatir la obesidad. La baja de peso lenta y estable de una a dos libras a la semana es considerada la manera más segura para perder peso y la mejor forma de eliminarlo permanentemente.

Evita los cambios de dieta drásticos e irrealistas, tales como las dietas extremas, ya que éstas tienen pocas probabilidades de mantener el peso perdido a largo plazo. Mientras que no hay una manera establecida para identificar una dieta de moda, muchas tienen las siguientes características:

Prometen la pérdida rápida de peso
Parecen ser muy buenas para ser ciertas
Los alimentos son definidos como “buenos” y “malos”
Tienen menos de mil calorías diarias
Requieren de suplementos vitamínicos/minerales o productos alimentarios
Eliminan uno de los principales grupos alimentarios (por ejemplo; los granos, las grasas, las carnes, los lácteos, las frutas, los vegetales)
Falta de estudios científicos aleatorios que prueben que la dieta funciona y que es segura
Eliminan un nutriente esencial (por ejemplo; los carbohidratos, las grasas, las proteínas)
No requieren de actividad o ejercicio
Fue escrita por alguien que no tiene experiencia en el manejo de peso
Visita la página Web de las Redes de Información de Control de Peso y Mitos Nutricionales para conocer más acerca de la pérdida de peso y de las dietas de moda.

Incrementa la Actividad

La mayoría de las personas que son capaces de mantener su pérdida de peso por más de un año hacen ejercicio regularmente. La meta de una actividad y del ejercicio para bajar de peso es quemar más calorías, aunque el ejercicio también ofrece muchos otros beneficios a la salud. El número de calorías que se queman depende de la frecuencia, duración e intensidad de la actividad.

Cirugía para Perder Peso

Como tratamiento para la obesidad severa, la popularidad de las cirugías para perder peso está creciendo, pero este tratamiento no es para todo el mundo. Ten en mente que la cirugía para producir la pérdida de peso es una cosa seria; entre más extensa la cirugía, mayores son los riesgos de tener complicaciones y deficiencias nutricionales. Debes entender los pros y los contras asociados con el procedimiento antes de tomar cualquier decisión.

Una cirugía exitosa y segura requiere comprometerse realmente a comer correctamente y a ejercitarse antes y después de la cirugía. Estos cambios en el estilo de vida deben continuarse, o de otra manera es probable que se desarrollen complicaciones serias de la cirugía.

Los candidatos deben:

Tener un Índice de Masa Corporal de cuarenta o más.
Su Índice de Masa Corporal es de treinta y cinco a treinta y nueve punto nueve, más un problema de salud serio relacionado con el peso, tal como la diabetes o la presión alta.
Prueba de que sus intentos de perder peso por medio de dieta y ejercicio no han sido efectivos.

La Descamación De Los Pezones Puede Ser Un Signo de Alarma De Cáncer En El Seno?


La piel que recubre las mamas tiene los mismos problemas y necesidades que la de cualquier otra parte del cuerpo. 

El eccema de pezón es un síntoma menor de la dermatitis atópica. La piel de las personas con dermatitis atópica es más seca de lo normal, por lo que un síntoma frecuente es el picor, que puede ser localizado o tender a generalizarse dependiendo del carácter de la enfermedad. Al ser más seca la piel, hay más facilidad para que se rompa apareciendo eccemas.

Estos eccemas aparecen frecuentemente en pliegues y en localizaciones típicas como en las manos, párpados o los pezones. Estas zonas de eccema suelen producir un picor muy intenso y el rascado de las lesiones puede empeorarlas.

La aparición de los eccemas se produce en brotes y hay determinadas circunstancias que pueden desencadenar su aparición, como el clima seco, el estrés, mala hidratación de la piel, utilización de jabones o detergentes demasiado agresivos, etc. 

En ocasiones, la dermatitis atópica se asocia a una tendencia a tener alergias en general (polen, ácaros, pelo de animales, medicamentos, etc.) y al asma. La aparición de los eccemas se produce en brotes y hay determinadas circunstancias que pueden desencadenar su aparición, como el clima seco, el estrés, mala hidratación de la piel, utilización de jabones o detergentes demasiado agresivos, etc. 

Esta area precisa de unos cuidados higiénicos basados en el lavado diario con agua y jabón neutros y la posterior aplicación de crema hidratante con un suave masaje. 

Cuando aparece el eccema en el pezón es importante utilizar cremas hidratantes un poco más grasas que las habituales y usar geles de baño y ducha muy suaves que no agredan la piel. También suele mejorar rápidamente con una crema que contenga un corticoide suave.

Existen también otras causas más raras del eccema de pezón, algunas de ellas relacionadas con la glándula mamaria, por lo que si no obtiene mejoría en pocos días con estas recomendaciones es importante que sea explorada por un médico para descartar otras causas.  En ocasiones, puede producirse sensación de sequedad o tirantez en la piel incluso con cierta descamación pero de manera similar a como ocurre, por ejemplo, en las piernas.

También es posible que enfermedades como el eccema, psoriasis o alergias afecten a la piel de las mamas.

La enfermedad de Paget de produce por la infiltración de la piel del pezón por la presencia de un cáncer subyacente. Su aspecto es de una lesión enrojecida que afecta al pezón y que no mejora ante la aplicación de tratamientos tópicos como los corticoides.

Mientras se esta lactando es  bastante frecuente que pican o duelan los pechos ocurre durante el este período, la causa se trata de una infección llamada mastitis. Además de sufrir picazón y dolor en los pechos, también puede aparecer fiebre y cansancio. El tratamiento habitual suele implicar el suministro de antibióticos.

Otra causa más preocupante de la picazón o dolor en los pechos, es el cáncer de mama inflamatorio; si bien éste tipo de cáncer no es de los más comunes, se presenta con picazón, inflamación y dolor, además la zona tiende a enrojecer, debido a que la mama se llena de líquido linfático motivo por el cual aumenta su tamaño en pocos días.

Si padeces de alguno de estos síntomas descriptos no dudes en recurrir al médico, las posibilidades de tratarlo a tiempo son importantes para evitar daños y secuelas mayores.
Suele tener una evolución muy lenta, durante meses o incluso años, apareciendo un enrojecimiento de la superficie del pezón que finalmente se ulcera o erosiona formándose en el pezón y areola costras que pueden desprenderse quedando ulceras por debajo.

Se manifiesta como un padecimiento en el que las regiones del pezón y la areola, en el seno, parecen sufrir resequedad o infección por bacterias u hongos; sin embargo, el origen de esta condición se debe al desarrollo de células anormales que necesitan tratarse de manera oportuna para no poner en riesgo la vida.

Mucho se ha avanzado en la prevención y tratamiento del cáncer de mama, el cual representa una de las principales causas de muerte entre las mujeres mexicanas. Sin embargo, la labor de información sobre este tema deberá intensificarse para dar a conocer la existencia de formas discretas del padecimiento que pudieran confundirse con problemas de mucha menor gravedad.

Ejemplo de lo anterior es la enfermedad de Paget, la cual se presenta en mujeres de 45 años o más, principalmente, siendo su incidencia de 1 a 4 casos por cada cien mil personas del sexo femenino. La duración de los primeros síntomas es aproximadamente 3 años, siendo éstos casi siempre la inflamación de la piel acompañada de descamación (dermatitis eccematosa) y la presencia de un grano rojo que se transforma en herida (úlcera) con borde costroso; cualquiera de estas manifestaciones puede confundirse con algún problema dermatológico, entre ellos infección por microorganismos, alergia o irritación generada por factores ambientales.

Precisamente esta apariencia hace que la mujer e incluso el médico consideren que el padecimiento no representa mayor dificultad y que bastará con la aplicación de cremas medicinales o humectantes para lograr mejoría. Sin embargo, el que ambas partes ignoren la posibilidad de una enfermedad de tipo canceroso hace que el diagnóstico se retrase y, en consecuencia, que se permita la proliferación de células anormales, mismas que pueden generar tumores o diseminarse hacia otras zonas del organismo.
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Esta enfermedad no es de reciente aparición, sino que fue descrita por vez primera desde mediados del siglo XIX por el médico francés Alfred Velpeau, aunque fue hasta 1874 que el facultativo británico sir James Paget habló de ella con mayor exactitud y constató que la lesión en el pezón estaba relacionada con el desarrollo de cáncer mamario oculto o subyacente (debido a esta aportación, su apellido quedó vinculado a este problema de salud).

Respecto a la gravedad de este padecimiento, se sabe que varía en cada caso y, como sucede con otros tipos de cáncer, el pronóstico dependerá del momento en que se realice el diagnóstico, pues una detección oportuna siempre ofrecerá mejores perspectivas de tratamiento y recuperación. Por ello, en términos generales se puede afirmar que cuando el abordaje médico es adecuado y ocurre en etapas tempranas, la respuesta suele ser muy favorable.

Por otra parte, podemos mencionar que el origen de la enfermedad de Paget continúa siendo motivo de debate, si bien existen dos teorías que tratan de explicarlo. La primera y más aceptada sugiere que los problemas en pezón y areola aparecen como consecuencia de un cáncer ductal (afecta a las células de los conductos por donde circula la leche en la mama, durante la lactancia) que emigra hacia la piel o epidermis (diseminación intradérmica).

Otra explicación indica que las mismas células de la epidermis del pezón sufren cambios (mutan) y se convierten en tejidos cancerosos (transformación in situ) independientemente de cualquier otro proceso, ya que hay pacientes en quienes no se localiza cáncer mamario subyacente u oculto.

De acuerdo con la literatura médica, las manifestaciones más comunes que la enfermedad de Paget genera son las siguientes:

Aparición de un granito rojo, por lo regular en el pezón, aunque también pudiera surgir en la areola.
Enrojecimiento persistente.
Comezón (prurito) y/o sensación de ardor.
Aparición de lesión escamosa seca o húmeda que no cicatriza ni responde a tratamiento con cremas o medicamentos (algunas pomadas pueden dar mejoría temporal, pero la lesión vuelve a generarse al poco tiempo).
Formación de costra.
Induración o retracción del pezón (se “hunde”).
Derrame sanguinolento por el pezón.
Además de lo anterior, cabe destacar que los médicos reconocen dos formas clínicas de la enfermedad: una eccematosa cuando la lesión aparenta notable resequedad o infección, y otra ulcerativa en caso de que la herida sea húmeda y brillante. Asimismo, no se descarta que el problema surja en ambos senos, aunque lo más común es que sólo uno se encuentre afectado, y también se ha reportado la presencia de este tipo de cáncer en hombres.

Es importante que al detectar los síntomas de la enfermedad de Paget, y a pesar de su apariencia inofensiva, se acuda a la brevedad al oncólogo (especialista que analiza origen, desarrollo y propagación de cáncer) para que dirija las labores requeridas en el diagnóstico, entre ellas, realización de la historia clínica, exploración física y solicitud de estudios especializados como mamografía (examen que permite observar los tejidos internos del seno) y biopsia (toma de una muestra de tejido para que se analice en el laboratorio).

Cuando se confirma que la paciente presenta este tipo de cáncer, se establece paralelamente el tratamiento a seguir, dependiendo del tamaño de la lesión, su localización y de que las células cancerígenas se hayan extendido o no hacia los ganglios linfáticos (lugar donde se producen células de defensa, conectados a los vasos linfáticos) que se ubican en las axilas y brazos.

Así, en aquellos casos en que sólo está dañado el pezón y el cáncer no se ha diseminado, se recurre a intervención quirúrgica para retirarlo junto con la areola. También es posible que el daño sea muy leve y sólo se necesite el uso de radioterapia (cuando la región afectada se expone a radiaciones con la finalidad de destruir células malignas), sin descartar que en ocasiones se empleará tratamiento combinado de ambas técnicas.

Por su parte, cuando se detecta tumor subyacente será necesario prescribir quimioterapia (administración de sustancias químicas que destruyen a los tumores), radioterapia e, incluso, cirugías con distinto grado de severidad:

Tumorectomía o lumpectomía, que consiste en la extracción de la masa tumoral respetando al máximo la glándula mamaria.

Mastectomía simple, en caso de que se extirpe todo el seno y ganglios de la axila.

Mastectomía radical, cuando se sigue el mismo procedimiento que en la cirugía anterior, pero se amplía a los ganglios del brazo.

Hay que considerar que estas intervenciones generan problemas emocionales en la paciente, ante todo porque ve alterada su apariencia física y cree que su desempeño sexual ya no será igual. Por esta razón, es indispensable que se busque ayuda psicológica o mediante grupos formados por otras personas en condiciones similares, pues así es posible superar la pérdida y comprender que lo importante es haberle ganado la batalla al cáncer.

Finalmente, se debe hacer hincapié en que ignorar los cambios que se presentan en el pezón o areola representa un riesgo considerable, ya que esto permitirá que el cáncer se expanda y ponga en riesgo la salud y vida de la persona. Por ello, es importante no tratar estos problemas con remedios caseros y, más aún, acudir al especialista en cuanto exista alguna sospecha de cáncer o de alteración en la apariencia del seno, ya que sólo así se podrán obtener diagnóstico acertado y tratamiento que evite lamentables complicaciones.


Descamación y picazón en la piel generalmente se trata de eccema o una infección bacteriana o micótica. Consulte con el médico para recibir tratamiento.

Los pezones que presentan descamación y picazón pueden ser un signo de la enfermedad de Paget, una rara forma de cáncer de mama que compromete el pezón.


 Engrosamiento de la piel con poros grandes esto se conoce como piel de naranja porque la piel se ve como una cáscara de naranja. Una infección en la mama o cáncer de mama inflamatorio pueden causar este problema. Consulte con el médico inmediatamente.


Pezones hundidos: si su pezón estaba elevado por encima de la superficie, pero comenzó a retraerse hacia adentro y no sale cuando se lo estimula. Consulte con el médico si esto es nuevo.


Solicite una cita con el médico si nota que:

Un pezón se retrae o se hunde cuando no estaba así antes.
Un pezón ha cambiado de forma.
Un pezón se torna sensible y no está relacionado con el ciclo menstrual.
Un pezón tiene cambios en la piel.
Presenta una secreción del pezón nueva.
Qué se debe esperar del médico
El médico hablará con usted acerca de su historia clínica y los cambios recientes que se han notado en sus mamas y pezones. El médico también le realizará un examen de las mamas y puede sugerirle que consulte a un dermatólogo o un especialista en mamas.

Le pueden hacer estos exámenes:

Mamografía
Ecografía de las mamas
Biopsia
Otros exámenes de la secreción del pezón

Es por ello que las lesiones del pezón, que no curan en un razonable periodo de tiempo, deben ser consultadas con el médico para descartar este problema.


Recomendación visite su médico para un mejor diagnóstico y tratamiento.